Se trata de que durante una semana bases tu alimentación en frutas y vegetales, ya que por su elevado contenido en agua aumentan la producción de orina y favorecen la función renal. Con llevar este tipo de alimentación conseguirás una “limpieza total” del organismo.
Es muy importante que durante esta “cura” se limite el consumo de sal, ya que de lo contrario los riñones tendrán que trabajar más. Así, debes eliminar alimentos como los embutidos, conservas, ahumados, sopas preparadas…, dado su elevado contenido en sal.
Como fuentes de proteínas, indispensables para completar la dieta y evitar carencias nutricionales, se incluirán aquellas de origen vegetal como la soja, el tofú y las legumbres.
Frutas y verduras de temporada
Para sacar el máximo partido a las frutas y verduras, predominantes en estos días de dieta depurativa, conviene seleccionar las de temporada, tales como tomates, calabacines, pimientos, lechugas, sandía, melón y cerezas. Por sus propiedades diuréticas elegiremos fresas, pepino, melón, alcachofas, espárragos y piña, con esta última puedes elaborar deliciosas recetas depurativas. La lechuga también es un vegetal muy diurético, pero deberás tener cuidado con su consumo en el caso de que te produzca gases o hinchazón abdominal.
Como refuerzo te recomendamos incluir infusiones diuréticas como el té verde y la cola de caballo, así como el cardo mariano o el boldo, que además de favorecer la función del hígado y la vesícula biliar -los órganos ha depurar- participan también en la eliminación de toxinas.