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Andre Frieh, un apicultor francés, se llevó una gran sorpresa cuando comprobó que la miel que daban sus abejas tenía sombras de color azul y verde.

Intrigado, decidió investigar este curioso fenómeno junto a otros apicultores de la región y todos ellos descubrieron que el probable causante eran los contenedores de residuos de la marca de dulces M&M´s, procesados en una cercana planta de biogás.


Al parecer, al estar abiertos estos contenedores, los insectos pueden campar a sus anchas, volviendo a la colmena con sus patas manchadas de distintos colores.

Una vez entendidas las causas, la solución se antoja simple: es necesario cerrar los contenedores para que no se vuelva a repetir, sin embargo, los apicultores denuncian la negligencia de los responsables de la planta, que les ha costado la cosecha.
 
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